Renato Dagnino1 y Erasmo Gomes
| RESUMEN
El presente trabajo, en el que se examina un caso de interacción Universidad-Empresa, tiene por objeto explorar la hipótesis de que la investigación conjunta y la consolidación de la relación con la universidad es un elemento que promueve la competitividad de las empresas privadas. |
ABSTRACT
This paper deals with a case of University-Industry relationships and intends to explore the hypothesis that the joint research and the consolidation of the relation with the university is a factor of promotion of the competitiveness in the private companies. |
||
Este trabalho trata de um caso de interação universidade – empresa e tem por objetivo explorar a hipótese de que a realização de pesquisas conjuntas e o estreitamento da relação com a universidade é um vetor de promoção de competitividade das empresas privadas.
Dentre os diversos casos disponíveis num Banco de Dados contendo os projetos contratados por empresas com a Universidade de Campinas (Unicamp) desde o ano de 1985, foi escolhida uma pesquisa desenvolvida durante o ano de 1996 que gerou uma interação entre a empresa Eaton Trucks Corporation (antiga Equipamentos Clark, S.A.) e a Faculdade de Engenharia Mecânica de Unicamp. O estudo de caso procurou identificar as motivações que no âmbito da empresa levaram á realização do contrato, e suas implicações através das opiniões do pessoal da empresa e dos pesquisadores da Unicamp que participaram no projeto. Se destaca a importância económica que possuía o setor brasileiro de autopeças quando da realização da pesquisa, e a trajetória institucional da empresa. Finalmente, se comparam os resultados obtidos com as contribuições de outros autores que tem analisado a interação universidade – empresa.
El presente trabajo, en el que se examina un caso de interacción Universidad-Empresa, tiene por objeto explorar la hipótesis de que la investigación conjunta y el establecimiento de un vínculo más fuerte con la universidad es un elemento que promueve la competitividad de las empresas privadas.
El caso fue seleccionado a partir de una muestra constituida por los casos que, según la información disponible en un banco de datos que contiene los proyectos que diversas empresas han contratado con la Universidad de Campinas (Unicamp) desde 1985, parecen haber generado un resultado favorable en cuanto a la posición competitiva de la empresa involucrada. El caso se refiere a una investigación llevada a cabo durante el año 1996, que culminó una interacción iniciada varios años atrás y que fue considerada un caso ejemplar por los profesores del área en Unicamp que habían realizado más proyectos cooperativos con empresas privadas - la Facultad de Ingeniería Mecánica – y que habían participado en esa investigación.
Por otra parte, y aunque el objetivo del estudio fuera identificar las motivaciones que, en el ámbito de la empresa, llevaron a la firma del contrato, y la opinión de su personal sobre sus implicaciones, el estudio trató de complementar la información obtenida a través de los contactos con los investigadores de Unicamp. Las entrevistas fueron realizadas a mediados del año 2000.
Con miras a suministrar elementos para la evaluación del caso estudiado entre la empresa Eaton Trucks Corporation (antigua Equipamentos Clark, S.A.) y la Facultad de Ingeniería Mecánica de Unicamp, en las secciones que aparecen a continuación se presenta una breve descripción del sector de autopartes, en la que se destaca la importancia económica que poseía para el momento de la realización de la investigación y la trayectoria institucional de la empresa. En la cuarta sección, la interacción de Clark con Unicamp, se presenta un informe sobre las actividades de cooperación desarrolladas, basado fundamentalmente en la opinión de los propios autores. En la quinta parte, se ofrece una síntesis de los resultados del estudio o lo que se podría denominar una “lista de comprobación” para verificar la posibilidad de éxito que tendrían las oportunidades de interacción entre la universidad y la empresa privada. En la última sección se trata de mostrar cómo se relacionan los resultados del estudio con los aportes de otros autores que han analizado la interacción entre la universidad y la empresa.
La historia de este sector está íntimamente relacionada con el establecimiento de la industria automovilística en el país. Se toma como marco de referencia el año 1957, que marca el inicio del primer ciclo de crecimiento de esta industria (Guimarães, 1982). A final de la década de los 80, la industria automovilística brasileña representaba aproximadamente 11% del PIB total, generando, a finales de 1989, un total de 5,6 millones de empleos directos o indirectos, de los cuales 310 mil pertenecían al sector de autopartes de vehículos y 143 mil a las empresas ensambladoras. Las conexiones proporcionadas por esa industria abarcan más de 30 sectores económicos que van desde la minería, siderurgia, plásticos, vidrios, caucho, productos químicos, baterías, alcohol y derivados del petróleo, hasta los servicios como distribuidores y revendedores, empresas de transporte y oficinas independientes. La industria de autopartes ocupa una posición clave entre los proveedores de insumos básicos y las ensambladoras de vehículos. Entre sus proveedores podemos citar la industria del plástico, siderurgia, componentes electromecánicos, además de una amplia gama de pequeñas empresas de servicios de subcontratación.
Al inicio de los años 90, el sector de autopartes en Brasil estaba compuesto por cerca de 1.200 empresas que producían una variada gama de repuestos y partes para automóviles, camiones, tractores y otros vehículos automotores. En lo que respecta al tamaño, cerca de 45% de las empresas se concentran en la banda de 126 a 500 empleados y, en cuanto a la distribución geográfica, 89,3% de las unidades industriales y 88,4% del empleo se concentraban en el Estado de São Paulo.
La crisis económica de inicio de los años 90 produjo una fuerte transformación en la industria de autopartes en Brasil, tanto en el ámbito sectorial como en el interior de las empresas. La reestructuración sectorial se basaba en un fuerte proceso de centralización del capital y de recorte de gastos, debido a la realización de un gran número de fusiones, adquisiciones y a la salida del país de varias empresas. En lo que respecta a las empresas, el proceso de reestructuración llevó a la reducción de los niveles directivos y de personal que ocupaba los cargos medios y bajos en las áreas productivas y de gerencia y por el recurso de la subcontratación o delegación a terceros (especialmente de servicios y en menor medida en las actividades productivas). La reestructuración trajo como resultado un sector más concentrado, que favorecía a las empresas de mayor tamaño (Furtado, 1992).
La producción del sector de autopartes tiene como objetivo:
Las innovaciones del producto se caracterizan por la incorporación de la microelectrónica en sus productos (electrónica incorporada), siguiendo un patrón mundial.
Asimismo, puede observarse el empleo de nuevos materiales, especialmente cerámicas, y el incremento en el uso de plásticos industriales.
En lo que respecta a las innovaciones del proceso, este sector fue uno de los que más invirtió en la racionalización de la producción, mediante la automatización o a través de la adopción de métodos modernos de programación y control de la producción como respuesta a la crisis vivida por la economía del país y a la profundización de la competencia internacional.
Finalmente, cabe destacar que es en el campo de la electrónica donde los productores brasileños se encuentran más desfasados en comparación con las empresas del exterior, puesto que los fabricantes nacionales ya dominan bien la tecnología de los productos electromecánicos convencionales y los producen con una calidad equivalente a la de los competidores externos (Furtado, 1992).
En un estudio sobre estrategias de modernización de empresas brasileñas, Fleury (1988) ya destacaba la proporción relativamente alta de empresas de autopartes que adoptaron lo que el autor denomina la estrategia de modernización sistémica. Se trata de una estrategia de modernización con miras a la informatización, al aumento de flexibilidad y la integración de la empresa a través de la adopción de técnicas organizacionales (programas de calidad, tecnología de grupo, manufactura celular, procesos justo a tiempo, etc.) habiendo tenido o no el apoyo de sistemas de información computarizados.
La industria de autopartes y especialmente sus empresas líderes, tienen una posición clave en la dinámica de difusión de nuevas tecnologías de proceso en el conjunto del sector metalmecánico. Las grandes ensambladoras, las empresas químicas, metalúrgicas, y de máquinas y equipos de grandes dimensiones, conjuntamente con un gran número de empresas proveedoras grandes, medianas y pequeñas, conforman un tejido en el que las innovaciones tienen un efecto elevado en ambas partes (Furtado, 1992).
En lo que se refiere a la competitividad del sector, Coutinho & Ferraz (1994) afirman que “en lo que respecta a la configuración industrial vigente en el complejo automotor brasileño, existen algunos factores que inhiben su competitividad. Las empresas, tanto ensambladoras como de autopartes, presentan una integración vertical, lo que les impide alcanzar escalas óptimas de producción en una serie de componentes, provocando costos más elevados y la dispersión del esfuerzo tecnológico. El movimiento de delegación a terceros observado en el sector, aún no alcanzó las actividades productivas en la dimensión necesaria”.
Los autores prosiguen en su análisis mencionando que “la diversificación de la línea de productos también se eleva cuando se tienen en cuenta las dimensiones del mercado brasileño y la limitada flexibilidad tecnológica de las líneas de producción en el país. En caso de que la expansión del mercado interno, ocurrida en los últimos años, tenga continuidad, ese problema podrá ser abordado por el direccionamiento de las inversiones hacia una mayor especialización productiva. Mientras tanto, si el mercado interno volviera a mantenerse estancado, sólo una gran reestructuración de la oferta posibilitaría el incremento de la competitividad de la industria.
En la industria de autopartes, hay una gran heterogeneidad con relación a los productos fabricados, a la importancia y origen del capital de las empresas y a la capacitación técnica, productiva y gerencial. Los componentes fundamentales, como motores, transmisiones, suspensiones, sistemas de frenos, etc., son producidos por las propias ensambladoras y algunos proveedores cautivos, empresas tecnológicamente más avanzadas, que producen con calidad, exigiendo grandes inversiones en el área de Investigación y Desarrollo (I&D). En productos fundidos o forjados, Brasil presenta una gran competitividad, derivada de la buena capacidad de manufactura de las empresas y de los bajos costos de los productos siderúrgicos básicos y de la mano de obra (se trata de un segmento que presenta un uso intensivo del trabajo). El segmento de partes elaboradas (tales como carrocerías, parachoques y tanques de combustible), cuya producción está diseminada en 126 empresas, presenta una configuración poco compatible con las dimensiones requeridas para un mejor desempeño competitivo. En el caso de los productos de plástico y goma, la competitividad es incluso menor debido a los problemas de costo y calidad. Finalmente, los productos que son muy específicos para ciertos modelos (tales como asientos, paneles, parachoques y espejos) se ven afectados por la baja escala y encuentran dificultades para ser producidos con costos competitivos (Coutinho & Ferraz, 1994).
En lo que respecta al uso de la electrónica, Brasil no es competitivo en la producción de circuitos integrados (chips), pero su importación puede capacitar a los productores de artículos convencionales para que produzcan bienes más sencillos basados en electrónica, como mecanismos electrónicos de cierre de puertas, diagnósticos a bordo e indicadores digitales. Incluso productos más complejos tales como los sistemas de frenos ABS y transmisiones, pueden beneficiarse de la presencia de chips electrónicos importados. Algunos productores nacionales fabrican carburadores con inyección electrónica de combustible con chips importados, aunque generalmente las ensambladoras tengan sus propios proveedores cautivos (Coutinho & Ferraz, 1994).
Según Coutinho & Ferraz (1994) para el sector de autopartes, que cuenta con la significativa participación de la pequeña y mediana empresa, la infraestructura educacional y de entrenamiento brasileña es extremadamente frágil, aunque hay entidades como el Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial (SENAI) que han conseguido suplir con rapidez algunas de las necesidades inmediatas de capacitación de los trabajadores en cuanto a la introducción de técnicas básicas de control de calidad. La gestión familiar presente en un número significativo de empresas proveedoras de autopartes se ha convertido en un obstáculo para la modernización de las empresas y para el establecimiento de nuevas relaciones entre el capital y el trabajo.