Espacios. Vol. 15 (1) 1994

La capacidad tecnologica y la competitividad de la industria manufacturera venezolana 7/7

H. Viana - M. A. Cervilla - I. Avalos - A. Balaguer


NOTAS

1. La importancia de capital científico y tecnológico como uno de los factores determinantes de la competitividad de las empress, sectores o países, se remonta a los economistas clásicos. Hoy en día, dentro del marco de la teoría del crecimiento económico,aparecen elementos de convergencia entre la tradición Shumpeteriana (Dosi, Pavitt y Soete, 1990; Fagerberg, 1988, 1991) y la corriente neoclásica (Romer, 1990). La creación de conocimiento tecnológico surge como un factor central que explica el dinamismo económico. Asimismo, dentro de las ciencias gerenciales, el conocimiento tecnológico pasa a formar parte de los esquemas que tratan de explicar la competitividad empresarial (Porter, 1985, 1990).

2. Dentro de la tradición de pensamiento económico, dedicada a destacar la importancia del capital tecnológico como uno de los factores determinantes de la competitividad de las empresas o sectores de una nación, se encuentran diferentes tipos de evidencia que responden, en cierta medida a los niveles de agregación utilizados.

Un primer nivel de verificación de la importancia del progreso tecnológico lo constituye la tradición de trabajos empíricos iniciada por Robert Solow en 1956, cuando en un intento por explicar el crecimiento de la economía norteamericana como resultado del crecimiento de los factores de producción, encontro que el crecimiento era explicado en su mayor parte por lo que él llamó el “progreso tecnológico” o “residuo” -llamado también crecimiento de la productividad total de factores- (Denison 1967, Maddison, 1982).

Un segundo nivel de verificación de la importancia del capital tecnológico como uno de los factores determinantes de la competitividad de las empresas o sectores de una nación, se refiere al hecho de que los países que más invierten en ciencia y tecnología tienen un mejor desempeño en el comercio internacional. Un tercer nivel de verificación está dado por los estudios sectoriales sobre comercio internacional. Soete, Pavitt y Dosi (1992) han demostrado como para el 70 por ciento de los sectores industriales, la mayor participación del mercado mundial de un sector (o de un país), está determinada por su mayor capacidad tecnológica y no por la disponibilidad ni precios de los factores de producción. Un cuarto nivel de evidencia empírica sobre la importancia de la capacidad tecnológica como factor determinante de la competitividad se encuentra en estudios de casos que han tratado de comparar la importancia relativa de los factores relacionados con el precio vis-a-vis la importancia relativa de los factores no relacionados con el precio (Rothwell, 1982). Se ha podido demostrar que en muchos sectores, si bien el precio es importante, otros factores relacionados con la capacidad tecnológica y de innovación de la empresa, tales como, la calidad del producto y la atención al cliente, son los factores determinantes del éxito en los mercados internacionales. Un quinto nivel de evidencia se encuentran en los estudios de opinión realizados a los altos ejecutivos de las principales empresas multinacionales sobre su percepción de las ventajas competitivas de sus respectivas organizaciones (Bertin y Wyatt, 1988). El resultado de estos estudios de opinión son contundentes en cuanto a la importancia de la capacidad tecnológica como una de las principales fuentes de ventajas competitivas, sino la principal.

En el campo de las ciencias gerenciales, también se ha observado, recientemente, un creciente interés por la tecnología. En este sentido, cabe señalar que el aporte más importante de los últimos años ha sido el reconocimiento explícito de la tecnología como un factor competitivo de las empresas (ver por ejemplo Porter, 1985, 9190; Casey, 1985; Kantrow, 1980; Fusfeld, 1976. Así mismo, y de manera complementaria, comienza a aparecer el tratamiento de la función de producción como un arma estratégica para la empresa y no como una mera herramienta de planificación y control (ver Skinner, 1985; Hayes y Whellwright, 1984; Hayes y Abernathy, 1980; Wheelwright, 1981).

3. Se podría decir que este tipo de actividades de innovación es el más característico dentro de esquemas proteccionistas de sustitución de importaciones.

4. El concepto de “sistema nacional de innovación” fue utilizado por primera vez por Lundvall (1988). Posteriormente, Freeman y Nelson han utilizado la expresión para describir al esquema institucional o red que hace posible la innovación. Se podría decir que el concepto del diamante de Porter (1990) tiene puntos en común con el concepto de “sistema nacional de innovación”.

5. De esta manera, para poder estudiar los diferentes tipos de capacidades tecnológicas, así como el funcionamiento del Sistema Nacional de Innovación, se elaboró un cuestionario que abarcó cuatro áreas generales de indagación:

  1. El proceso de adquisición de tecnología
  2. El proceso de aprendizaje y adquisición de capacidades
  3. Las actividades de cambio técnico, entendiendo por tales:
    • Desarrollo de nuevos productos
    • Diseño y rediseño de máquinas y equios
    • Fabricación de partes y maquinarias
    • Diseño y rediseño de sistemas de productividad:
      • en cuanto a los procesos
      • en cuanto a la organización y control de la producción
      • en cuanto a las máquinas y equipos
      • en cuanto al manejo de los recursos humanos

Dentro de las actividades de cambio se estudió la frecuencia de la actividad, el grado de novedad, su importancia económica para la empresa, las principales fuentes de tecnología, la motivación para la realización de la actividad y los problemas y barreras encontradas por las empresas.

4. La estrategia competitiva y las fuentes de ventajas competitivas.

6. Durante el período de “sustitución de importaciones” al que se ha hecho referencia se puso de manifiesto, por parte del Estado, cierta preocupación por el desarrollo científico y tecnológico. El progreso económico aparecía indisolublemente vinculado a avance tecnológico. Como fruto de ello, hoy en día puede encontrarse una estructura constituida por laboratorios, investigadores y dispositivos institucionales y organizativos de diversa índole que, aunque con toda razón ha sido considerada insuficiente, reviste de importancia. Es el resultado de una concepción estratégica y unas políticas a tono con los esquemas propios del modelo económico del momento, nacidas de un repertorio de ideas que evidencian la manera como se entendió la promoción del desarrollo científico y tecnológico y su relación con la actividad económica. Durante los últimos veinticinco años, por decir lo menos, la política tecnológica quedó definida por cuatro características básicas: i) su concepción y ejecución descansó fundamentalmente en el sector público, siendo éste el que ha suministrado más del noventa por ciento de los recursos correspondientes, ii) giro en torno a la idea de que el motor del cambio técnico es la actividad científica y, por tanto, la acción principal fue la creación y fortalecimiento del llamado “sector científico y tecnológico”, compuesto principalmente por los centros de investigación, iii) desde el punto de vista operativo, el núcleo de la estrategia residió en la idea de acercar a quienes producen los conocimientos -los laboratorios- a quienes supuestamente los necesitaban -las empresas-, iv) se creó y aplicó un cuerpo de normas para regular la compra de tecnología extranjera en el entendido de que ésta resultaba inadecuada para el país y, además, inhibía la generación de “tecnología propia”. De aquí surgió un régimen de protección tecnológica, similar al de protección industrial.

7. Estos ámbitos no hacen alusión directa a los niveles “macro” y “micro” de la economía clásica. De hecho lo aquí denominado “intermedio” puede tener un sentido más cercano a lo “micro” en las versiones de libros de texto, y el nivel “micro” corresponde a lo que algunos autores han denominado el nivel “micro-micro”.

Referencias

AMSDEM, A.H. (1989). Asia’s Next Giant: South Korea and Late Industrialization. Oxford University Press. New York.

ANDERSEN, Y. B. LUDVALL (1987). “Small National System of Innovation facing technological Revolutions: An Analytical Framework”, en C. Freeman y B. A. Lundvall, Small Contries Facing the technological Revolution. Pinter Publishers. Londres.

AVALOS, I. y H. VIANA. (1989). “La gerencia de tecnología: el eslabón perdido de la gerencia venezolana”. En M. Naím, comp. Las empresas venezolanas: Su gerencia. Caracas: Ediciones IESA.

BANCO MUNDIAL (1992). Informe sobre el Desarrollo Mundial. Washington, D.C.: Banco Mundial.

BELL, R. M. y K. HOFFMAN (1982) “Industrial development with imported technology: strategic perspective on policy”. (Mimeo). Brighton: Science Policy Research Unit.

BERTIN, G. y S. WYATT (1988). Multinational and Industrial property: the control of the world’s technology. N. J.: Humanities Press International.

CASEY (1985). “Linking Innovation Theory to Innovation Policy”. En The science and innovation. Compilado por Langdon y Rothwell. Londres: Frances Printer.

DENISON, E.F. (1967). Why Growth Rates Differ: Post-War Experience in Nine Western Countries. Washington, D.C.: Brookings Institution.

DORE (1984) “Technological Self-reliance: Study Ideal or Self-serving Rhetoric”. En Fransman, M. y K. King: Technological Capability in the Third World. Londres: Macmillan.

DOSI, G.; K. PAVITT y L. SOETE (1990) The Economic of Technical Change and International Trade. Harverter/wheatsheaf. Londres.

FAGERBERG (1988). “Why Growth Rates Differ”. En Dosi et al (eds) Technical Change and Economic Theory. Printer London.

FAGERBERG (1991). The Impact of Technology on Grwth Rates Difference. Paper prepared for a workshop on International Macro Dinamics. Maastrich. MERIT.

FREEMAN, C. (1987). Technology Policy and Economic Performance: Lessons from Japan. Pinter Publishers, Londres.

FREEMAN, C. y C. PEREZ (1988). “Structural crises of adjustment: business cycles”. En G. Dosi et al Technical Change and Economic Theory. Pinter Publishers. Londres.

FUSFELD, A. (1976). “Critical functions: the key to managing teamwork in the innovations process”. (Mimeo). MIT Industrial Liason Program.

HAYES, R. y W. ABERNATHY (1980). “Managing our way to economic declive”. Harvard Bussines Review. Vol. 58, Nº 4.

HAYES, R. y S. WHELL WRIGHT (1984). Restoring our competitive edge. Competing through manufacturing. New York: John Willey y Sons.

KANTROW, A. (1980). “The strategy technology connection”. Harvard Business Review. Julio-Agosto.

KATZ, J. (1978a). “Technological change, economic development and the intra and extra regional relations of Latin America”. Buenos Aires: BID/CEPAL. Working paper Nº 30.

KATZ, J. (1978b). Importación de tecnología y desarrollo tecnológico. México: Fondo de Cultura Económica.

KATZ, J. (1984). “Technological innovation, industrial organization and comparative advantage of Latin American Metal Working Industries”. En Fransman, M. y K. King: Technological Capability in the Third World. Londes: Macmillan.

LALL, S. (1980). “Developing countries as exporters of technology and capital goods; The indian experience”. Mimeo. Oxford, Inglaterra: Oxford University Institute of Economics and Statistics.

LALL (1990). Building Industrial Competitiveness in Developing Countries. OECD.

LUNDVALL, B. (1992). National Systems of Innovation. Compilado por Bengt-Ake Lundvall. Pinter Publishers. Londres.

MADDISON, A. (1982). Phases of Capitalism Development, New York: Oxford University Press.

MAXWELL, P. (1976). “Learning and technical change in the steel plant of ACINDAR. S.A. in Rosario, Argentina”.
Buenos Aires: BID/CEPAL. Monografía de Trabajo Nº 4.

NAM (1981). “Trade and Industrial Policies, and the Structure of Protection in Korea”. Mimeo. Korea Development Institute.

OCEI (1991). Encuesta Industrial. Caracas: OCEI.

PEREZ, C. (1990). “Tecnología, Desarrollo y Sistema Nacional de Innovación”. Ponencia presentada en el Seminario Internacional sobre el NuevoContexto de las Políticas de Desarrollo Científico y Tecnológico. Montevideo, Diciembre.

PEREZ, C. (1992). “Cambio Técnico, Reestructuración Competitiva y Reforma Institucional en los Países en Desarrollo”. El Trimestre Económico. Vol. LIX. Enero-Marzo.

PEREZ, C. (1993). “Technology and competitiveness in Latin America: Beyond the legacy of import substitution policies”. Ponencia presentada en el seminario “Globalization, Liberalization and Innovation Policy”. Ottawa, mayo 1992.

PORTER, M. (1985). “Technology and competitive advantage”. The Journal of Business Strategy. V.5. Nº 3.

PORTER (1990). The Competitive Advantage of Nations. Nueva York: The Free Press.

RANIS (1981). “Challenges and Opportunities Posed by Asia’s Superexporters: Implications for Manufactured Exports from Latin America”. En Baer, W. y M. Gillis (ed) Export Diversification and the New Protectionism. NBER.

ROMER (1990). Endogeneous Technological Change and International Trade. Journal of Political Economy. Vol. 98.

ROTHWELL, R. (1991). “External networking and innovation in small and medium-sized manufacturing firms in Europe”. Technovation. Vol. 11 Nº 2. Elsevier Science Publishers Ltd.

ROTHWELL, R.y W. ZEGVELD (1982) Innovation and the Small and Medium Sized Firm. Frances Printer. Londres.

SCHUMPETER, J. (1942). Capitalismo, socialismo y democracia. Madrid: Aguilar. 1971.

SERCOVICH, F. (1980). “State Owned enterprise and dynamic comparative andvantage in the world petrochemical industry: the case of comodity olefins in Brazil”. Institute for International Development. Papel de Trabajo Nº 6.

SKINNER, W. (1985). Manufacturing: the formidable competitive weapon. New York. John Wiley y Sons.

STEWART, F. (1977). Technology and underdevelopment. Londres: MacMillan Press.

VIANA, H. (1984). International technology transfer, technological learning and the assimilation of imported technology in a state-owned enterprise: the case of direct reduction in SIDOR steel plant”. Tesis Doctoral Brigton: University of Sussex.

VIANA, H.; AVALOS, I.; CERVILLA, M. y A. BALAGUER (1993a). “El Desarrollo Tecnológico en Venezuela”. Cátedra de Innovación Tecnológica. (Mimeo). IESA. Caracas.

VIANA, H.; AVALOS, I.; BALAGUER, A.; CERVILLA, M. y C. SUAREZ (1993b) Estudio de la Capacidad Tecnológica de la Industria Manufacturera Venezolana. Fondo Editorial FINTEC (a ser publicado, abril 1994). Caracas.

WHEELWRIGHT (1981). “Japan: Where operations really are strategic”. Harvard Business Review. Julio-Agosto.

[Volver al inicio]

Vol. 15 (1) 1994
[Indice] [Editorial]