Espacios. Vol. 21 (1) 2.000


El medio ambiente como crisol cultural

The environment as a cultural melting pot

Renate Koroschetz de Maragno


Cultura ambiental alemana en Venezuela

La utilización de este término se basa en la siguiente simplificación: retomando lo que afirman algunos autores sobre la cultura empresarial, a saber, que muchos autores parten de un concepto de cultura de un determinado país y lo extienden a la empresa 34, el término cultura ambiental alemana, alude al objeto de estudio que es “alemán”, concretamente el comportamiento de las filiales de las transnacionales alemanas establecidas en Venezuela. Según las referencias presentadas anteriormente, la cultura ambiental de estas empresas estaría determinada por un lado por la cultura ambiental “alemana”, inherente a las influencias de la casa matriz y, por el otro, por el entorno venezolano en el cual operan; este las provee del espacio físico y les proporciona la mayor parte del personal de la plantilla.

El análisis hace propias, entre otras cosas, algunas reflexiones provenientes de los estudios germanísticos interculturales. En efecto, el enfoque intercultural ha demostrado en más de una ocasión su utilidad como consejero en situaciones de posibles malentendidos culturales 35, puesto que pone las culturas en un mismo nivel, enfatizando la reciprocidad de las influencias derivadas de cualquier contacto entre dos culturas. En efecto, la cultura de las filiales venezolanas de las transnacionales alemanas debería ser precisamente un fruto genuino de esta productiva relación recíproca.36

Para su análisis nos ubicaremos en el sistema conceptual propuesto por Allaire/Firsirotu, que nos permite desglosar las diferentes variables y describir las relaciones entre ellas para entender mejor la composición de esa cultura ambiental alemanSu ubicación, sin duda, correspondería al sistema cultural, su configuración específica sería el resultado de un proceso de formación bi-cultural en que intervienen todas las demás variables.

Una sucursal venezolana de una empresa transnacional alemana, contaría pues, por un lado, con un sistema cultural influenciado por el pasado. Allí se ubicaría en nuestro caso toda aquella parte de la cultura ambiental alemana, propia de la casa matriz, que radica en los elementos descritos anteriormente. Asimismo la influencia diacrónica comprendería el pasado propio de la sucursal - las transnacionales alemanas en general están presentes en Venezuela desde hace unos 40 años - y las transformaciones a lo largo de su propia historia.

Por otro lado estaría, la sociedad venezolana, cuya cultura no es igual a la cultura de la empresa, pero constituye el contexto en el que ésta se desenvuelve, y del cual proviene la mayor parte del personal de la plantilla, de los proveedores y de los clientes. Allí se ubicaría todo lo expuesto sobre el entorno venezolano. De las contingencias, la estructura económica, la competencia, las relaciones de trabajo, los reglamentos gubernamentales y las características propias del sector pertenecerían al contexto venezolano o eventualmente latinoamericano, sin embargo, la tecnología sería esencialmente alemana, o en todo caso seguramente provendría de algún país industrializado. Alemania indicaría también las metas estratégicas y de allí provendrían al menos algunos de los individuos con cargos gerenciales, mientras que los demás serían venezolanos, algunos eventualmente formados en Alemania.

Finalmente, el sistema socio-estructural estaría ajustado administrativamente a la tradición venezolana, sin embargo estaría sin duda fuertemente influenciado por Alemania, en cuanto a las estrategias, porque éstas están sujetas a criterios de la corporación transnacional; otras influencias – menos directas – provendrían de las actitudes del personal, producto de esa cultura “alemana” de la empresa que constituye el elemento unificador entre todas las filiales de la transnacional.

Los vínculos f,g,y h pueden constituirse, según Allaire/Firsirotu, en un problema práctico de flexibilidad. 37 En efecto, se podría inferir que las filiales venezolanas de las empresas alemanas sí se rigen por las normas jurídicas y políticas del país, pero en los aspectos culturales conservan una fuerte influencia de los patrones alemanes y por ello se puede hablar de la presencia de una cultura ambiental alemana en las empresas venezolanas.

Al respecto es interesante introducir otro esquema de los mismos autores, que resume los factores de influencia sobre la cultura de una empresa, y los productos de ella: encontramos que el sistema cultural experimenta la influencia del pasado con sus tradiciones, valores del fundador y de otros dirigentes carismáticos por un lado y, por el otro, de los actores dominantes, en este caso venezolanos en su mayoría y algunos alemanes; ambas influencias generan luego unos productos culturales específicos, como son comportamientos, razonamientos, artefactos y símbolos propios de la empresa.

Conclusiones

El comportamiento relacionado con el medio ambiente que exhiben las empresas transnacionales alemanas, tiene una expresión tangible en las instalaciones y en los procesos que adopta cada empresa, los cuales se rigen por las políticas y la normativa del grupo corporativo. Sin embargo, existen además un serie de elementos intangibles que se ponen de manifiesto en el comportamiento del capital humano de las sucursales. Es éste en que convergen – en un complejo proceso de compenetración cultural – los elementos foráneos con la idiosincrasia local. Cuando se combinan elementos de dos distintas culturas, surgen innovaciones tanto en el país anfitrión como en el país origen de la corporación. El origen de ellas se deriva de la combinación del bagaje histórico, la evolución de la casa matriz, su infraestructura en I+D, las políticas empresariales del grupo corporativo con el contexto geográfico, legal y político, el personal de la plantilla y la idiosincrasia del país anfitrión.

El estudio de estas expresiones culturales es útil porque podría redundar en verdaderos cambios de conducta; a través de éstos sería posible llegar al diseño de políticas novedosas dirigidas a mejorar las condiciones del país anfitrión.

Sin embargo, la realidad de las sucursales suele ser poco prometedora en lo que al medio ambiente se refiere: por un lado están las exigencias del grupo corporativo que son, en primer lugar, exigencias económicas; es decir, se le exige rentabilidad. Por otro lado, las exigencias del país anfitrión con respecto al medio ambiente por lo general son escasas, no existen fuertes presiones en función de hacer cumplir la legislación existente. Es por ello que a pesar del potencial que ofrece, el medio ambiente no constituye una preocupación primaria para las empresas. Por ahora, en el mejor de los casos tendrá voz, pero difícilmente tendrá voto.

Referencias

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