ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea)
Fuente: Google Analytics (Ene 01 - Dic 31, 2022)
Durante el pasado año los lectores de la Revista Espacios visitaron, en total, 1.528.833 páginas, lo que significa, en promedio, que en cada uno de los meses del año fueron revisadas 127.402 páginas. Como en años anteriores, los meses donde se registraron menos visitas coinciden con aquellos donde hay recesos academicos (enero, julio y diciembre). Estas cifras demuestran la alta visibilidad de la Revista Espacios y el interés de nuestros lectores por la información que brindamos.
El artículo del mes, seleccionado por los editores de la Revista Espacios, es Propuesta de modelo conceptual de comunidades portuarias basado en benchmarking y análisis de enfoque sistémico para sistemas complejos, realizado por Omar Salgado , ejecutivo de la Gerencia de Desarrollo y Sostenibilidad, de los Puertos de Talcahuano, y Cristian Oliva, académico del Departamento de Ingeniería Industrial, Universidad Católica de la Santísima Concepción, ambos de Chile.
El trabajo de investigación propone un modelo conceptual de comunidades portuarias basado en benchmarking y análisis de enfoque sistémico para sistemas complejos. Este cuenta con ocho dimensiones, que se interrelacionan y tienen como base de construcción elementos comunes que se identificaron a través de revisión bibliográfica y benchmarking. La propuesta fomenta la competitividad en una comunidad portuaria.
En las conclusiones, los autores sostienen que aspiran que el modelamiento sistémico teórico de comunidades portuarias propuesto sirva como una primera aproximación para generar un entendimiento más acabado de los patrones de comportamiento de una comunidad portuaria, con la finalidad de generar mecanismos de mejora continua, de estabilidad de los subsistemas que lo componen y asegurar la supervivencia de este modelo de gestión que en el mediano y largo plazo se ve como el mejor camino para fomentar el desarrollo y competitividad de un sistema portuario exitoso.
El estudio que se presenta, y que recibió un importante número de resoluciones DOI durante el pasado mes de diciembre, analiza la educación de inclusión en el nivel de educación inicial, a través del Modelo Social de Educación Inclusiva que utiliza tres variables: políticas en educación inclusiva, condiciones de los niños, y actitudes asumidas hacia los niños.
El trabajo de investigación fue realizado por Karina Delgado y Lizeth Barrionuevo, ambas de la Universidad Tecnológica Indoamérica de Ecuador y por Miquel Essomba, de la Universidad Autónoma de Barcelona, España.
Mediante una investigación cuantitativa de tipo ex post facto, los autores trabajaron con una población de casi 900 niños de 30 centros de desarrollo infantil de Ecuador, de sostenimiento estatal o fiscal, sectorizados en igual proporción al norte, centro y sur del Distrito, ubicados en sectores marginales.
Como resultado, los autores obtuvieron un índice de efectividad de la gestión en educación inclusiva de 51,3%, relacionado con un bajo conocimiento para hacer inclusión a niños con discapacidad.
En sus conclusiones expresan que los hallazgos expuestos dan lugar a nuevas líneas de investigación. Particularmente a partir de las variables y dimensiones descritas que actúan como modeladoras del MSEI, lo que permitirá derivar categorías, según otros contextos locales e internacionales, en Centros Infantiles.
¿No les ha ocurrido que al hojear un artículo científico, sea en un medio digital o impreso, los elementos visuales que contiene se convierten en un atractor que nos incita a leer con detenimiento el texto completo? En efecto, las figuras y tablas que complementan la información en un artículo científico son muy importantes, no solo porque atraen a los lectores sino porque, en esencia, son herramientas que bien diseñadas, en cuanto a forma y contenido, logran comunicar rapidamente gran cantidad de información que de otra manera sería complicado explicar en un texto. No obstante, estos elementos que ayudan a comprender y clarificar un estudio, se deben incluir en los manuscritos solo si agregan valor a la investigación.
Las figuras, que pueden ser imágenes (fotografías, ilustraciones, etc.), gráficos de datos, y esquemas o mapas, aportan información sufuciente para facilitar la comprensión a los lectores, ¡cuidado!, se debe cumplir con un conjunto de normas que garantizan el logro de sus fines. Las imágenes, por ejemplo, deben identificarse con un número y se ordenan de manera secuencial. Este debe aparecer en negritas, encima del título que debe ser descriptivo pero conciso. Al usar imágenes es importante etiquetar los elementos de interés, identificar el significado de los símbolos utilizados y, si fuera el caso, incluir las escalas utilizadas.
Los gráficos de datos, por su parte, nos permiten transmitir grandes cantidades de información y mostrar la relación funcional o estadística de los elementos que lo integran, además de identificarlos adecuadamente, como ya se indicó en el caso de las imágenes, es necesario etiquetar todos sus ejes del gráfico, especificar las unidades utilizadas e identificar las curvas o conjuntos de datos.
Por su parte, los esquemas, elementos visuales que permiten mostrar procesos o partes de un sistema, tienen la ventaja de poder incluir dibujos, textos y símbolos, tantos como el autor considere necesarios. Sin embargo, como en todos los elementos visuales ya mencionados, deben ser identificados correctamente con un número y un título; siempre se podrá suministrar las explicaciones complementarias que se requieran para su mejor comprensión y hay que procurar etiquetar los elementos clave que lo integran.
En cuanto a los mapas, que son importantes para dar el contexto del lugar donde se realiza el estudio, hay que asegurarse de incluir latitud y longitud, escalas utilizadas y también el etiquetado de los elementos de interés que muestran.
Las Tablas son también elementos visuales de suma importancia como complementos de información en un artículo científico pues con ellas se puede presentar gran cantidad de datos que transmiten la información de forma sencilla y comprensible para el lector. Por lo tanto, las tablas deben ser diseñadas cuidadosamente para que comuniquen claramente los resultados de investigación.
Como con las figuras, las tablas deben ser identificadas por números que deben colocarse encima del título y en negrita, y numerarse y ordenarse secuencialmente. El título ha de ser breve y descriptivo, colocado debajo del número de la tabla, en mayúsculas y cursiva. Según sea la naturaleza de la investigación, se pueden incluir una serie de datos en el encabezado (variables, dimensiones, información estadística, etc.). El cuerpo de las tablas lo integran todas las filas y columnas, incluyendo el encabezado. Finalmente, debajo de la tabla se debe colocar la referencia del autor y cualquier otra nota explicativa que se consedere útil a los fines de ampliar la explicación sobre los contenidos de la tabla.
Se recomienda revisar las normas de la Asociación Americana de Psicología, APA 7ma. Edición (https://apastyle.apa.org/style-grammar-guidelines/tables-figures/tables) donde se detalla cómo diseñar, construir y colocar adecuadamente los elementos de tablas y figuras.
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