Albert Keesman1, Jos Benders2 y Job de Haan3
RESUMEN
Se presenta una serie de impresiones de la III Conferencia Internacional de Gestión Tecnológica, que es considerada por muchos como el evento más importante en esta área. Con base en los resultados de la conferencia, se analiza el papel actual de la gestión tecnológica al nivel internacional, nacional, organizacional y departamental. Se discute si la gestión tecnológica ya se ha convertido en una disciplina integrada y aplicada en el incremento de la posición competitiva, o si en el mundo industrial todavía no se está aprovechando suficientemente una sinergia entre la gestión y la tecnología. |
ABSTRACT
The paper presents some impryssions of the Third International Conference on Management of Technology, which is considered by many as the most important event in the area. Based on the results of the conference, the rol of management of technology is analysed at international, national, organizational and departamental levels. It is discussed whether management of technology is an integrated discipline, used for increasing competitive positions or if the industrial world is not yet benefiting sufficiently from the synergy between management and technology. |
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Del 17 hasta el 21 de febrero de 1992 se realizó en Miami la Tercera Conferencia Internacional de Gestión Tecnológica. Participaron en el evento 347 expertos de 40 países y se publicaron 147 ponencias y 138 resúmenes. A continuación se destaca algunas impresiones de la conferencia, y se discute, con base en el evento, si la gestión tecnológica como área independiente ya se ha desarrollado hasta el nivel de aplicación, o si la gestión y la tecnología en el mundo industrial todavía no significan más que la suma de ambas por separado.
En los últimos años, la gestión tecnológica se ha presentado cada vez más como la ruta más corta entre innovaciones tecnológicas y las ventajas competitivas basadas en la tecnología. La Figura 1 muestra las diferentes áreas de la gestión tecnológica que fueron tratadas en la s ponencias. Aunque se cubrió todo el panorama de la gestión tecnológica, el énfasis estuvo en los temas técnicos, y menos en aspectos sociales y sicológicos del proceso de innovación, que son imprescindibles para su implementación exitosa. Comparando los temas Gestión y Tecnología, el segundo recibió significativamente más atención que el primero. Esto no es sorprendente si se considera que el evento fue organizado por el Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Miami.
Es interesante notar que 76% de los participantes provino de universidades, laboratorios, centros de investigación y desarrollo (I & D) e instituciones de gobierno y solamente 24% de (grandes) empresas privadas (como AT & T), General Motors, IBM) y empresas de consultoría. Aparentemente el proceso natural de transferencia de conocimientos sobre gestión tecnológica de instituciones académicas a empresas grandes, y posteriormente a las medianas y pequeñas empresas, a lo mejor apenas está empezando. Por consecuencia, se tendría que dirigir los esfuerzos a la introducción de la gestión tecnológica en las pequeñas y medianas empresas, que en la mayoría de los países incorporan el grueso de las actividades industriales.
La Tabla 1 demuestra los diferentes niveles de aplicación de la gestión tecnológica. A continuación se discutirá algunos temas claves de la conferencia al nivel internacional, nacional, organizacional y departamental.
NIVEL | EJEMPLO |
---|---|
Internacional | Transferencia de tecnología. |
Nacional | Políticas industriales y tecnológicas |
Sectorial | Desarrollo en conjunto de tecnologías innovadoras |
Organizacional | Incorporación del factor tecnología en la planeación estratégica |
Departamental | Organización de la producción |
En cuanto al origen de los participantes, la delegación de los Estados Unidos y Canadá fue muy fuerte, con 78% de los participantes. Con solamente 15% , los países en vías de desarrollo fueron subrepresentados. De Japón y Alemania, países que suelen estar en un primer plano de la innovación tecnológica, asistieron solamente dos y tres personas, respectivamente. Indudablemente eso está relacionado con el sitio del evento; sin embargo, los organizadores indicaron que todavía falta una coordinación internacional efectiva, lo que se podría considerar sintomático para la fase de desarrollo en que se encuentra el área de la gestión tecnológica a nivel mundial.
Aparte de la conferencia principal, el día anterior de su apertura se dedicó una sesión especial a políticas nacionales y programas de gestión tecnológica en países en vías de desarrollo y la transferencia norte-sur de tecnología. En muchos países en vías de desarrollo se han dejado las políticas de sustitución de importaciones y se han adoptado programas diseñados a fortalecer la competitividad industrial según estándares internacionales. Los participantes de estos países están conscientes de la necesidad de aprovechar sus oportunidades tecnológicas óptimamente y consideran la gestión de la tecnología como un guión para la realización de este objetivo, especialmente si se introducen los cambios tecnológicos y organizacionales directamente en el seno de las empresas. En este contexto, Rao et al (Universidad de Wisconsin, EE. UU. y Banco Mundial) concluyeron que, en su presente fase de industrialización, países en vías de desarrollo pueden aprovechar más de las nuevas estrategias de manufactura como Control de Calidad Total y Justo a Tiempo que de tecnologías avanzadas como la automatización de los procesos de producción y diseño/ manufactura apoyados por computadora (CAD/ CAM).
En vista del hecho que, sin incentivos, empresas ubicadas en países industrializados no iniciarían la transferencia de tecnología, se recomendó el esquema de los joint ventures como una herramienta efectiva para adquirir tecnología avanzada. Al igual que los Estados Unidos, se destacó la importancia de una educación adecuada, tanto general como en el área técnica, para asegurar que la tecnología avanzada sea adoptada efectivamente.
En general, los representantes de los países en vías de desarrollo asignaron al Estado un papel más importante en la introducción de la gestión tecnológica que sus colegas de los países industrializados. Estos últimos hablaron mayormente de la creación de una infraestructura fructífera por parte del Estado (en las áreas de educación, transporte y el apoyo a la I & D). Los participantes de los países africanos, asiáticos y latinoamericanos subrayaron que, adicionalmente, sería necesario una política nacional de promoción de la competitividad empresarial por medio de la innovación tecnológica. Esas políticas incluirían medidas ya practicadas en países industrializados, como la privatización de empresas estatales.
Las discusiones acerca de políticas nacionales de promoción de la gestión tecnológica se concentraron mayormente en la situación de los Estados Unidos. Durante las sesiones plenarias, la recesión presente se hacía sentir fuertemente, pero los participantes consideraron que la gestión efectiva de la tecnología podría contribuir significativamente a la restauración industrial del país. Una ponencia interesante en este contexto fue un estudio comparativo de la percepción de la competitividad tecnológica de los Estados Unidos y otros once países industrializados, realizado por Berman y Khalil. Este estudio se basó en un cuestionario repartido a los participantes de la Segunda Conferencia Internacional de Gestión Tecnológica, realizada en Miami en 1990. el cuestionario produjo 125 contestaciones de gerentes y científicos en el área de gestión tecnológica en los Estados Unidos, no todos ellos residentes de ese país.
Primero se hizo una comparación de la competitividad tecnológica de los Estados Unidos en 1990 con la posición de cuatro países asiáticos (Corea del Sur, Japón, Singapur y Taiwán), seis países europeos (Alemania Occidental, España, Francia, Inglaterra, Italia y Suecia) y Australia. Se escogió estos países por su competitividad industrial de entonces o sus esfuerzos por mejorarla. Según la percepción de los participantes, en 1990 Japón fue el país tecnológicamente más competitivo, seguido por los Estados Unidos y Alemania Occidental. Después se pregunto a los participantes sobre su percepción sobre el aumento (o la baja) relativo de la competitividad tecnológica de los once países, comparado con el de los Estados Unidos, en los últimos cinco a diez años. La Figura 2 muestra que, según los entrevistados, en este período los Estados Unidos perdieron competitividad en relación con casi todos los países seleccionados. La pérdida de competitividad con respecto a los cuatro países asiáticos y Alemania Occidental se percibió como particularmente significativa. Los resultados muestran que en 1990 todavía se consideraba a los Estados Unidos como un competidor fuerte en el mercado mundial, pero que esa posición estaba sufriendo una erosión fuerte.
La Figura 3 demuestra que, según los entrevistados, la falta de planeación estratégica de largo plazo es la mayor causa de la pérdida de competitividad tecnológica en los Estados Unidos. Comparado con los otros países mencionados, en la empresa privada se dedica demasiada poca atención a los deseos de los clientes, particularmente si se trata de clientes en el extranjero. Se puede constatar que el empresario norteamericano suele tener dificultades para actuar en otro ambiente cultural. En general, los participantes manifestaron que la tecnología es considerada sólo como una herramienta para la implementación de la estrategia de la empresa, y no como un elemento integral de ésta. La carencia de integración entre Gestión y Tecnología impide el diseño y la implementación de estrategias a mediano y largo plazo, basados en una utilización óptima de las oportunidades tecnológicas.
¿Qué acciones se tienen que tomar para revertir esas tendencias?. A los entrevistados se les pidió una lista de cinco acciones prioritarias para la recuperación de la competitividad tecnológica de los Estados Unidos. En la Figura se observa que se sugirió, en primer lugar, mejoras en la educación general y técnica, para que se siembre una actitud positiva hacia la tecnología. A largo plazo se consideró imprescindible el desarrollo endógeno de técnicos y una cultura que fomente la innovación tecnológica, para conformar una base autosostenida que permita el avance tecnológico.
Además, se tendría que mejorar la transferencia de tecnología entre diferentes niveles en el mundo tecnológico y científico de los Estados Unidos. Se trata, por ejemplo, de la transferencia de resultados de investigaciones entre los laboratorios y la industria, pero también del intercambio de conocimientos técnicos entre diferentes departamentos de una empresa.
Excepto en el área de la educación, los entrevistados no consideraron que el Estado debiera jugar un papel importante en cuanto al fortalecimiento de la competitividad industrial en los Estados Unidos. Esta actitud es consecuente con la fuerte convicción de los estadounidenses en el mercado libre, pero al mismo tiempo muestra que en este sentido, se deja de lado las experiencias de otros países como por ejemplo, Japón, donde el considerable apoyo por parte del Estado ha sido una de las causas de sus grandes éxitos industriales.
1 El Lic. A. T. Keesman es experto asociado en el Centro de Gestión Tecnológica e Informática Industrial (CEGESTI) de Costa Rica. Favor dirigir posibles comentarios sobre el artículo al CEGESTI, Apdo. 1082-2050, San Pedro, Costa Rica.
2 El Lic. J. G. J. M. Benders labora en el Departamento de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica de Nijmegen, Holanda. Sus presentes investigaciones se dirigen a la distribución del trabajo, la automatización de la fabricación y patrones de horario de trabajo.
3 El Dr. J. A. C. De Haan se desempeña como Profesor de Economía Empresarial de la Universidad Católica de Brabant, Holanda. Trabaja en los aspectos organizacionales y estratégicos de la automatización flexible de la producción.