ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea) - Revista Espacios – Vol. 45, Nº 5, Año 2024 • Sep-Oct
CALDERÓN C. et al. «Procesos de acreditación de Ingeniería en Electrónica y Computación del Centro
Universitario de los Valles, de la Universidad de Guadalajara, México»
universidades en el mundo. Por su parte, Eaton (2015) define a los procesos de acreditación como un proceso
externo de revisión de la calidad para el escrutinio de las universidades y programas para asegurar y mejorar la
calidad. En tanto que de acuerdo con Hegji (2017) para el Departamento de Educación de los Estados Unidos la
acreditación es un medio para evaluar instituciones educativas y programas, conducida por pares, no
gubernamental, que además de busca crear una cultura para la mejora continua, involucrando al personal en la
evaluación y planeación. En tanto que Johnson (2019) afirma que para las agencias acreditadoras en los Estados
Unidos, la acreditación es voluntaria, no gubernamental, autorregula la educación superior, teniendo como
propósitos asegurar la calidad de los programas educativos e impulsar la mejora institucional. También señala
que la meta de la acreditación es asegurar que la educación proporcionada por las instituciones de educación
superior cumpla con niveles aceptables de calidad. Por su parte, Duarte y Vardasca (2023) afirman que la
acreditación en la educación superior busca asegurar la calidad de las instituciones y sus respectivos programas.
En forma breve se podría afirmar lo que establece Gillen (2020), cuando señala que la acreditación tiene dos
roles, la mejora de la calidad y el aseguramiento de la calidad. De igual forma Kumar et al., (2020) señalan que la
acreditación busca asegurar el cumplimiento de estándares y mejorar la calidad académica. En este mismo
sentido para Romanowski (2021), la acreditación es una declaración pública del nivel de calidad que se ha
logrado.
Por su parte Flórez et. al., (2019) definen la acreditación como el proceso mediante el cual una institución o
programa educativo obtiene un reconocimiento de alta calidad, señalan además que es un proceso voluntario,
pero que en el caso de Colombia el Estado otorga prerrogativas a las Instituciones de Educación Superior que
cuentan con la Acreditación de Alta Calidad como una forma de premiarlas e impulsar a las no acreditadas a
obtener el objetivo, situación que también se ha observado en México.
En el caso de los Estados Unidos, los procesos de acreditación los realizan organismos privados sin fines de lucro
(Eaton, 2015), al igual que en México, sin embargo en este caso, el proceso de acreditación tiene un costo, el
cual es cubierto con recursos del presupuesto de las Universidades.
Aunado a ello, en el caso de México es una práctica común que se ofrezcan capacitaciones al personal de las
instituciones educativas sobre los marcos de referencia de los organismos acreditadores, las cuales también
tienen un costo. En este caso, puede ser cuestionable que el organismo acreditador quien regula el proceso de
acreditación sea quien ofrezca una capacitación sobre su proceso de acreditación con un costo por participante,
el cual es independiente del cobro del proceso de acreditación, quizás sería adecuado que el costo de la
capacitación se incluyera como parte del proceso de acreditación y del seguimiento.
De acuerdo con Eaton (2015) en los Estados Unidos hay ochenta y cinco organismos acreditadores reconocidos,
los cuales también se someten a una revisión externa por el CHEA (Consejo para la Acreditación de la Educación
Superior). En México el organismo equivalente se denomina en forma similar, Consejo para la Acreditación de la
Educación Superior (COPAES), el cual otorga el reconocimiento y supervisa a los organismos acreditadores de
programas educativos, teniendo un total de 31 organismos acreditadores reconocidos, entre ellos el Consejo de
Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería A.C. (CACEI). Aunado a ello también en México se tiene al
organismo conocido como Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES),
quienes también acreditan programas de Licenciatura.
Ulker y Bakioglu (2019) consideran que debido al incremento en la demanda de educación superior en el mundo
la preocupación por la calidad de las instituciones de educación superior se ha incrementado. Afirman que la
calidad de la educación superior se considera como un indicador institucional, por lo que se han buscado
métodos para certificar la calidad de las instituciones. Para Kumar et al., (2020) la calidad de la educación superior
es necesaria ya que juega un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo social, económico, cultural,