ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea) - Revista Espacios – Vol. 45, Nº 2, Año 2024 • Mar-Abr
DELGADO J.R. et al. «Aula Invertida y el rendimiento académico en Trigonometría»
Las características más relevantes de la metodología del aula invertida están dadas por ser un proceso continuo
en el cual se emplea la motivación del estudiante para acceder a los conocimientos desde sus dispositivos u
ordenadores. En el ínterin, el docente desempeña un rol de facilitador del conocimiento apoyando a consolidar
el aprendizaje.
Para Euroinnova (2021), las características más importantes del aula invertida están dadas por plantear la
revisión de la materia fuera del aula lo que, en efecto, rompe con el esquema tradicional de enseñanza. Además,
fomenta el compromiso y el involucramiento profundo del estudiante en el proceso de enseñanza aprendizaje,
y así mismo utiliza una metodología más personalizadas apoyada en el uso de las TIC.
Asimismo, el aula invertida como una metodología enmarcada en el constructivismo, presenta una serie de
ventajas, una de ellas es que permite dirigir la enseñanza al ritmo individual del estudiante tomando en cuenta
sus intereses y necesidades. Así mismo, contribuye al desarrollo de talentos además de generar mayor interés
por aprender y, por ende, promover espacios para un mayor compromiso.
Ahora bien, investigaciones como la de Campillo, et al., (2019), manifiestan que la metodología de aula invertida
constituye una oportunidad a través de la cual se involucra a los alumnos de manera creativa con actividades
innovadoras sustentada en valores como el dinamismo del entorno, motivando diferentes aprendizajes, la
promoción de espacios virtuales y nuevas maneras de aprendizaje; condiciones para nuevos modos de aprender.
Los resultados de la investigación antes mencionada evidenciaron que el estudiante es el ente más importante
dentro de la metodología, por ello, todo el proceso se desarrolla en torno a este, a sus necesidades, pero también
a la forma de disponer los contenidos interactivos para garantizar su aprendizaje efectivo considerando la
motivación como un elemento fundamental.
Otra investigación del aula invertida es la de Vidal et al., (2016), quienes proponen que esta metodología
constituye un concepto innovador en el cual se integran las alternativas de instrucción directa con el paradigma
constructivista. En este sentido, el aula invertida presenta bondades en cuanto que es una “herramienta óptima
para los alumnos más capaces. Ofrece la posibilidad de enseñar al alumnado a sus ritmos individuales, lo que
supone una personalización superior para cada uno. Este modelo puede resultar idóneo para el desarrollo del
talento de los más capaces” (Tourón y Santiago, 2015, como se citó en Aguilera et al., 2017, p. 262).
Esta metodología innovadora, según Bertolotti (2018), permite que los estudiantes aprovechen mejor el tiempo,
se organicen en función de las actividades planteadas, dando incluso mayor tiempo para la interiorización de la
información, da oportunidad a la enseñanza flexible y personalizada, lo que permite que los estudiantes se
encuentren más motivados.
El aula invertida como una metodología enmarcada en el constructivismo, permite dirigir la enseñanza al ritmo
individual, del que toma en cuenta sus intereses y necesidades. Así mismo, contribuye al desarrollo de talentos
además de aportar a generar mayor interés por aprender y, por ende, promover espacios para un mayor
compromiso. Por otro lado, una dificultad para su implementación, es que el estudiante prefiere mantenerse en
su zona de confort bajo la metodología tradicional, frenando la posibilidad de obtener aprendizajes significativos
lo que, en efecto, requerirá de mayor esfuerzo de parte del docente para introducirlo en el proceso de manera
efectiva. De igual forma, si no existe un grado considerable de habilidad comunicativa entre los actores
educativos, existiría dificultad para el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje.
Así mismo, Euroinnova (2021) establece como dificultad que el docente debe dedicar gran parte de su tiempo
en mejorar la planificación de las clases, la metodología a implementar y los recursos que se requerirá; el enfoque
del modelo se orienta a los recursos más que a la metodología; no considera la diferencia entre los recursos del
centro educativo y de los estudiantes; excluye a los estudiantes de bajos recursos que no tienen acceso a las TIC;