ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea) - Revista Espacios – Vol. 44, Nº 09, Año 2023 • Nov-Dic
LACCONE-CARIGLIA A. et al. «Perfil financiero, características socio-demográficas y concienciación del
consumidor: impacto en la decisión de compra de productos de cosmética sostenible»
sostenible, que provoca un replanteamiento sobre si el origen de lo que se consume es perjudicial o no para el
ecosistema. La industria ha empezado a adaptarse también a dicha corriente, sacando al mercado productos
sostenibles que buscan reducir su impacto negativo en el entorno (Maxwell & Van der Vorst, 2003). Con ello se
puede lograr, por un lado, que el cliente tenga sus necesidades satisfechas y, a la vez, que consuma en
consonancia con sus valores personales, haciendo que la fidelidad consumidor-marca sea más duradera (Grubor
& Milovanov, 2017). Por otro lado, las expectativas de crecimiento de sectores sostenibles son evidentes en el
corto plazo, pues el consumidor tiene un mayor sentimiento de responsabilidad y es consciente de los beneficios
de estos productos y del impacto que su decisión de compra puede tener (Transparency Market Research, 2023).
Esto hace que el análisis del sector cosmético y las decisiones de compra sea un tema interesante a tratar.
Los cambios en los hábitos de consumo han provocado que aparezcan nuevos productos también en el sector
cosmético. En la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo (1983), y a través del Informe Brundtland
(Naciones Unidas, 1987) se implementó el concepto de desarrollo sostenible como “aquel que garantiza las
necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus
propias necesidades” y su urgente necesidad como consecuencia de la sobrepoblación y deforestación, entre
otras cosas (Aguado Puig, 2018). Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llevó a cabo la
Cumbre de Desarrollo Sostenible (2015) para marcar 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de cara al 2030,
como la salud y bienestar, el trabajo decente y crecimiento económico, la producción y consumo responsable, la
acción por el clima, la vida submarina, o la vida de ecosistemas terrestres. El sector cosmético aúna las ideas de
bienestar y salud de las personas, así como con el cuidado del entorno. Sin embargo, es una industria en el punto
de mira, pues resulta muy contaminante por diferentes motivos: la extracción de las materias primas, sus
ingredientes, el material empleado para su envasado y su ciclo de vida. Los cosméticos convencionales se
diferencian de los sostenibles, principalmente, en el origen de su composición: cómo y dónde se extraen las
materias primas, su proceso productivo, si son testados o no en animales, el envasado o packaging y su
distribución (Smit et al. 2022).
Un cosmético sostenible es un término aplicable a aquellos artículos que usan un packaging, un proceso
productivo y un sistema de distribución no contaminantes para el entorno y son obtenidos a través de
componentes renovables con un principio biológico (ICEX, 2022). De esta forma, que un producto se denomine
como orgánico, biológico, natural o ecológico no implica que vaya a ser siempre sostenible, pues hay más factores
a tener en cuenta, como los comentados (Moreno Iradier, 2022; Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación,
s.f.). Es importante diferenciarlos puesto que muchas empresas se aprovechan de que los consumidores no
conocen o no se fijan en los ingredientes para promover unos valores que realmente no cumplen. En estos casos,
las certificaciones brindan la seguridad y veracidad necesaria a la hora de comprar un producto sostenible, y
aseguran que cumple con los requisitos para serlo. Por su parte, el sector cosmético convencional puede resultar
altamente contaminante debido a las materias primas empleadas: petroquímicos no renovables o aceite de
palma, entre otros componentes, que provienen en gran medida del sudeste asiático y conllevan la deforestación
y la contaminación por CO2 (Escandell, 2019). Asimismo, los sulfatos, parabenos y siliconas pueden resultar
perjudiciales para la salud de las personas, y en esta industria predominan materiales difíciles de reciclar. Como
es bien sabido, si un elevado segmento de la población pudiese reciclar, se reduciría la producción y uso excesivo
de materias primas contaminantes y la contaminación provocada por su distribución (Coelho et al., 2020).
En cuanto al embalaje, Abdelazim Mohamed et al. (2019) observan que sus diferentes atributos podrían afectar
a la decisión de compra. Si se pone el foco de atención en el valor de marca, Pickett et al. (1995) indican que para
lograr que la sostenibilidad sea un atributo atractivo es necesario que la comunicación con los consumidores sea
activa. En la misma línea, Gordon (2002) considera que el éxito de un producto se basa en la aceptación de los
clientes y la fidelización. Así, cada vez son más las personas que recurren a estos productos por sus ideales o