ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea) - Revista Espacios – Vol. 42, Nº 19, Año 2021
HERNÁNDEZ-ROMERO, María I. «Personalidad, estilos de aprendizaje y competencias digitales de
estudiantes universitarios en modalidad remota por la pandemia COVID-19»
procesamiento de la información y las habilidades para el trabajo creativo. Por otro lado, el componente menos
desarrollado fue el entendimiento y concienciación sobre el papel de las TIC en la sociedad.
Cabe señalar que la presente investigación tiene como antecedente primario el estudio realizado por Marín,
Hernández, Borges y Blanqueto (2021), quienes analizaron el grado de desarrollo de las competencias digitales
de 678 estudiantes de una universidad pública del sureste mexicano. Como instrumento de medición, utilizaron
un cuestionario de elaboración propia de 44 reactivos agrupados en cuatro categorías, teniendo como referencia
el Marco Común de Competencia Digital Docente (INTEF, 2017). Los reactivos tuvieron una escala tipo Likert del
1 al 4 y fue aplicado en línea con visitas a las aulas en 2019. Entre los resultados de interés se destaca que el 78
% de los estudiantes se autopercibió con un nivel de competencia intermedio; un 12.5 % en un nivel avanzado y
el 8.5 % como principiante. De igual manera, las áreas competenciales con mayor desarrollo fueron la
comunicación y la gestión de información, mientras que el trabajo colaborativo y la creación de contenidos
digitales resultaron con las medias más bajas.
En cuanto a la variable de personalidad asociada con las competencias digitales, se puede señalar que el
panorama es distinto puesto que una revisión exhaustiva de la literatura no arrojó estudios previos en México.
A nivel internacional se halló el trabajo de Nahyun y Hana (2011), quienes investigaron la relación de cincos
rasgos de personalidad con la llamada competencia de información, la cual implica las estrategias de búsqueda
y evaluación de la información en la red. Para la variable de personalidad utilizaron el Modelo de cinco factores
de Costa y McCrae con cinco rasgos: neuroticismo, extroversión, apertura a la experiencia, amabilidad y
responsabilidad, mientras que para la variable competencia de información usaron una sección de 10 reactivos
de unos estándares de competencia informacional. Los participantes fueron estudiantes 188 estudiantes de una
universidad de suroeste de Estados Unidos. Por demás interesante, con base en una regresión lineal,
extroversión tuvo un valor predictivo de la competencia de información, aunque muy bajo (B = .175).
Otra aproximación a estas dos variables es la investigación de Ahmed y Rasheed (2020), quienes examinaron la
relación de cinco rasgos personológicos con las habilidades de alfabetización digital. Los participantes fueron 255
bibliotecarios de varias universidades de Pakistán. Se aplicó un cuestionario de personalidad que mide cinco
rasgos, entre ellos, la extroversión, así como un cuestionario de alfabetización digital con cinco habilidades. Los
investigadores encontraron que una relación positiva, pero débil, entre la extroversión y las cinco habilidades
digitales: uso de la biblioteca, uso de la computadora, uso de herramientas digitales, gestión de la información y
uso de bases de datos para la investigación. En otras palabras, los bibliotecarios con rasgos de extroversión
parecen tener un mayor grado de desarrollo en sus habilidades digitales que los demás grupos de personalidad.
Con respecto al papel de los estilos de aprendizaje en el desarrollo de las competencias digitales, los estudios
también son escasos. En la literatura, se han encontrado aproximaciones consistentes en investigar la relación
entre los estilos de aprendizaje y el uso de las TIC como es el caso de Orellana, Bo, Belloch y Aliaga (2002). Los
autores aplicaron el cuestionario Honey-Alonso que mide cuatro estilos de aprendizaje: activo, reflexivo, teórico
y pragmático, así como un cuestionario de uso de la TIC (chat, correo electrónico, juegos y búsqueda de
información. Entre los hallazgos, no se observó ninguna relación significativa entre ambas variables; es decir, el
uso de las TIC resultó independiente de los estilos de aprendizaje de 169 estudiantes universitarios.
Otros estudios aproximados al tema se han realizado para examinar la relación entre los estilos de aprendizaje y
el uso de la tecnología, aunque no necesariamente como competencias digitales. Por ejemplo, destaca la
investigación de De Moya et al (2011), quienes intentaron describir el estilo de aprendizaje predominante en el
uso de las TIC. Aunque no encontraron diferencias estadísticamente significativas, sí observaron algunas
tendencias en la que los alumnos activos y reflexivos reportaron un mayor uso de las TIC. Por su parte, Romero,
Salinas y Mortera (2010) aplicaron el Modelo de Kolb con estudiantes de modalidad virtual, cuyo estilo