Vol. 39 (Nº 35) Año 2018. Pág. 28
Eduardo DÍAZ Ocampo 1; Regina VENET Muñoz 2; Alexandra Maribel MORALES Sornoza 3
Recibido: 23/02/2018 • Aprobado: 01/04/2018
RESUMEN: En la ponencia presentada reflexionamos acerca de cómo optimizar el desempeño didáctico del docente universitario ecuatoriano a partir de su formación permanente su participación en los cambios educacionales, partiendo de las estrategias didácticas que se emplean para promover aprendizajes en el futuro profesional. La actual concepción que asume la universidad ecuatoriana demanda un personal docente motivado y preparado para enfrentar los retos y las transformaciones, que den solución a los numerosos problemas de dichas instituciones en general. La universidad cambia en la medida en que su colectivo de pedagogos se transforma; a la vez, el escenario de las modificaciones del propio colectivo es precisamente la solución de las problemáticas que afectan el cumplimiento de los objetivos sociales de la institución educacional. |
ABSTRACT: In the presented paper we reflect on how to optimize the didactic performance of the Ecuadorian university teacher from their permanent formation their participation in the educational changes, starting from the didactic strategies that are used to promote learning in the professional future. The current conception assumed by the Ecuadorian university demands a motivated and prepared teaching staff to face the challenges and the transformations, that give solution to the numerous problems of said institutions in general. The university changes to the extent that its group of pedagogues is transformed; at the same time, the scenario of the modifications of the collective itself is precisely the solution of the problems that affect the fulfillment of the social objectives of the educational institution. |
La formación permanente de docentes constituye uno de los elementos básicos que sustentan el sistema educacional ecuatoriano. La Pedagogía ecuatoriana, como ciencia en permanente construcción, tiene en la actividad creadora del docente universitario una fuente fundamental para desarrollar en las nuevas generaciones un pensamiento crítico-reflexivo, mediante el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La formación del personal docente debe considerarse, entonces, como un proceso estratégico del desarrollo, pues en la medida que este alcanza su propósito, mayor y más efectiva será la labor creativa y transformadora que desarrollará en la sociedad ecuatoriana mediante su actividad docente.
En investigaciones desarrolladas por diferentes proyectos desarrollados en la universidad y durante las Jornadas Curriculares se han evidenciado insuficiencias y limitaciones en el dominio por parte de los docentes respecto a los contenidos de la Didáctica de la Educación Superior y, por consiguiente, en el proceso a partir del cual se les capacita en este sentido y se les forma permanentemente; las carencias del personal docente se evidencian con frecuencia.
Lo anterior denota que, a pesar de la preocupación del Ministerio de Educación Superior, además del trabajo realizado por la Universidad Técnica de Quevedo, en relación con la preparación de los profesionales para dirigir el proceso docente educativo en su integridad, dándoles las herramientas teórico–metodológicas y vivenciales para que conviertan el proceso de enseñanza-aprendizaje en una oportunidad para el mejoramiento personal, para promover el aprendizaje profesional de los estudiantes, en la práctica formativa, aún subsisten limitaciones que revelan la necesidad de dar continuidad a estas intenciones, las que se precisan como :
• Insuficiente sistematización de las cuestiones esenciales de la Didáctica de la Educación Superior y su tratamiento en las propuestas de capacitación y formación permanente del personal docente universitario.
• Insuficiente dominio y utilización de metodologías y métodos más adecuados para promover aprendizajes propios de cada asignatura y de la profesión.
• Falta de sistematización en la integración de las actividades de docencia, vinculación social e investigación, para promover aprendizajes integrativos e interdisciplinares en los estudiantes universitarios.
• Insuficiente sistematización teórico-metodológica en torno a la formación permanente del personal docente en Didáctica de la Educación Superior, de manera que conformen variantes de superación profesional con un adecuado sustento científico y que satisfaga las demandas de la Educación Superior universitaria, atemperándose a su naturaleza y exigencia.
Estas insuficiencias revelan que no se ha logrado que la universidad ecuatoriana propicie la sostenibilidad de las transformaciones desarrolladas y logradas a nivel normativo, lo que trae como consecuencia que no se haya alcanzado la calidad educativa programada, dado el escaso nivel de concientización profesional en Didáctica de la Educación Superior alcanzado por el docente universitario. Estos aspectos revelan una contradicción epistémica inicial entre el nivel de preparación de los docentes universitarios y las exigencias sociales planteadas a la universidad ecuatoriana, que fomentan insuficientemente un aprendizaje profesional crítico-creativo en el graduado universitario.
El objetivo fundamental de la ponencia es valorar la importancia de la formación permanente en Didáctica de la Educación Superior del docente ecuatoriano como imperativo para alcanzar la calidad educativa a la que se aspira a partir de los lineamientos internacionales, regionales y nacionales.
Un estudio histórico desarrollado en la UTEQ del proceso de formación permanente del docente universitario en el contexto ecuatoriano, arrojó que han existido dos grandes tendencias en el desarrollo de la formación docente en Didáctica de la Educación Superior, tomando como punto de partida el año 1980 y hasta el 2017.
La primera de ella refiere un proceso de burocratización, sindicalización y profundización de las carencias y limitaciones de la universidad ecuatoriana para la formación permanente del docente universitario, a un proceso de agudización del descontrol político educativo que derivó en la creciente privatización de las universidades junto al desinterés por la formación permanente de su profesorado y la segunda enfatiza en un marcado desinterés de la política educativa respecto a la calidad de la educación superior ecuatoriana y de sus docentes, a un proceso de perfeccionamiento de la educación universitaria que ha implicado el establecimiento de un enfoque estratégico para la formación permanente mediante una oferta académica que prevé la formación en Didáctica de la Educación Superior, aunque es aún es fragmentada e insuficiente.
La compleja naturaleza de la formación permanente del docente universitario exige su comprensión como concepto interdisciplinar, en la medida en que refleja procesos que se pueden analizar desde diferentes niveles de la realidad. Cuando se trata de la formación de un personal tan complejo por su composición, formación profesional y por los roles a desempeñar en la formación del profesional que en la actualidad requiere la sociedad ecuatoriana, de manera que concurran la armonización, la reflexión y la orientación científica de la praxis que sintetice y de coherencia al conjunto de elementos y factores científicos que intervienen en la formación del futuro profesional que recibe sus influencias didácticas.
Los docentes deben ser formados en la perspectiva de la educación permanente. Al formarse con este prisma, están en mejores condiciones para su autoperfeccionamiento constante y para formar a sus estudiantes bajo los preceptos de un aprendizaje y educación permanentes.
En este sentido el profesor colombiano Álvaro Recio planteó: “El educador para el siglo XXI será un pedagogo – investigador con una honda formación humana y social, de modo que se convierta en agente de cambio de él mismo, de sus alumnos y de la comunidad circundante. La enseñanza se orientará, también, a que el alumno aprenda a trabajar, a investigar, a inventar y crear. Debe participar en el proceso educativo. Debe prepararse para la autoformación, autoeducación y autoevaluación, lo que significa que el estudiante debe adquirir la responsabilidad de orientarse a sí mismo y de manejar su propia formación” (Tünnerman, 2003).
Cruz Tomé (2003), al referirse a la exigencia de una profesionalización de la tarea docente, por su alta complejidad y a la necesidad de proporcionar una enseñanza de calidad y los retos de la profesión docente. En este sentido, siguiendo a Palomero (2003), a la Universidad todavía le quedan muchos retos por resolver y “uno de los más urgentes es la formación psicopedagógica de su profesorado”. Esto evidencia que, dentro de este nuevo escenario complejo y multidimensional, los profesores son un elemento clave. Por tanto, la formación del profesorado, además de ser necesaria para responder a las nuevas exigencias de formación de los alumnos, es urgente.
Siguiendo a De Ketele (2003), se reconoce que hoy en día la formación didáctica es un problema esencial, para el desarrollo de las universidades, sustancialmente, porque no se valoran las disciplinas pedagógicas y porque, como argumenta Noguera (2001), “[…] muchos profesores universitarios prefieren ser reconocidos como médicos, abogados, antropólogos, historiadores, etc. que como profesores de estas disciplinas, y rechazan, o dan poco valor, a cualquier reflexión sobre la formación de los estudiantes que no esté vinculada a la experiencia en su campo de conocimiento específico. Definen su profesionalidad por el contenido de la enseñanza dejando olvidada la dimensión de la formación, de la Didáctica, que consideran implícita en el dominio de la Ciencia transmitida”
Desde los imperativos actuales, si el proceso de enseñar en la Universidad se ha de desplazar al del aprender, entonces, es incuestionable la idea de que, para asumir el rol de docente universitario, no sólo este habrá de adquirir nuevos conocimientos sino también suprimir saberes y prácticas envejecidas y sin razones para permanecer en el quehacer universitario; Marín Sánchez, Troyano & Rivero, (2002) han confirmado en sus propuestas y reflexiones teóricas la ausencia de criterios que especifiquen cuáles deben ser las funciones y roles específicos del profesor universitario ellos consideran estar conscientes de que todavía está por hacerse la conexión entre el objetivo declarado de mejora de la calidad de la educación y la mejora de la calidad docente, condición necesaria de dicha mejora, porque está demostrado que el primer factor de calidad de un sistema educativo es su profesorado.
En el presente trabajo consideramos que la formación didáctica se orienta a preparar integralmente a este docente para dirigir el proceso de enseñanza - aprendizaje con un desempeño competente que propicie el acceso de los educandos al contenido, aplicando la metodología particular de su disciplina, poseedor de una base teórico – metodológica y de cualidades de la personalidad que faciliten su labor educativa.
La formación didáctica del docente universitario está centrada en su preparación integral transgrediendo la barrera de la separación entre docencia e investigación, y tal cómo ha sido afirmado en la conferencia sobre Educación Superior (Octubre 1998) es necesario superar este desequilibrio para lograr una política clara de “aseguramiento de la calidad docente “, puesto que se considera como uno de los problemas preocupantes que tendrá que abordar la educación superior
Existen alternativas como la propuesta en las universidades Holandesas (Keesen y Vermeulen, 1995) en las que se considera oportuno establecer programas de formación para profesores noveles que se acreditan mediante una certificación (Teacher in Higuer Education) y que tiene el mismo reconocimiento que el título de Doctor en el ámbito de la investigación, son un buen ejemplo del estado de la cuestión.
La pertinencia de la formación del docente en didáctica de la Educación Superior se justifica de igual modo mediante la precisión que realizan un grupo de investigadores al señalar cómo debe ser un buen profesor universitario, veamos cómo se manifiestan algunos autores a este respecto, así, De la Cruz (1999) señala que el buen profesor universitario es aquel que reúne las siguientes características: a) especialista en su área de conocimiento, con investigaciones realizadas y publicadas y con una sólida trayectoria docente, b) formado continuamente en todas sus facetas: docente, investigadora y de gestión c) motivado para la investigación y docencia de las asignaturas que imparte; d) Poseer ciertos rasgos de personalidad, junto a una actitud crítica y a la capacidad de innovar; e) Poseer habilidades personales básicas, que le garanticen el éxito en su relación con los compañeros y con los alumnos.
Como se puede apreciar hasta aquí la formación didáctica del docente universitario es un proceso ineludible en el momento actual y está claramente encaminado a la preparación integral de este para coordinar el proceso de enseñanza aprendizaje en particular y la formación profesional del estudiante en general con un desempeño competente, que favorezca y respalde la formación técnica y humanista de los mismos integrando de manera orgánica la Didáctica General, la Didáctica Especial propia de cada disciplina y las particularidades y demandas de la formación profesional.
A partir de la posición asumida hasta aquí se puntualiza y define la formación permanente en Didáctica de la Educación Superior del docente universitario ecuatoriano, como un proceso complejo de carácter continuo, sistémico y sistemático cuya finalidad es dotar al docente universitario ecuatoriano de herramientas teórico conceptuales y práctico metodológicas para la gestión didáctica del proceso de formación profesional en general y de la clase en particular, ante los desafíos planteados a la universidad por la sociedad y partir de la sistematización y actualización de contenidos didácticos que favorezcan el desarrollo de competencias docentes en función de la innovación Didáctica para una desempeño de excelencia, en el orden técnico y ético axiológico.
Esta posición nos permite precisar las características fundamentales del proceso:
• Carácter Complejo: se manifiesta como un todo, tomando en consideración no solo su caracterización general, sino también, sus singularidades como proceso, donde cada cosa está entrelazada de manera interdependiente. Igualmente, su desarrollo, tiene relación fundamentalmente con las transformaciones ocurridas en el proceso de formación profesional, a partir de la complejidad que implica los procesos sustantivos de la universidad.
• Orientador: Revela las pautas de acción que el docente universitario ha de tener en cuenta para lograr los objetivos formativos, guía el proceso de apropiación continua y sistemática promoviendo el aprendizaje profesional mediante su participación activa y reflexiva.
• Optimizador: Se relaciona de manera directa y/o indirecta con la calidad y el éxito de la clase, por tanto, promueve el entusiasmo, el optimismo pedagógico y el interés por innovar.
• Colaborativo: Es un espacio de cooperación para que los docentes el desarrollo del pensamiento crítico y la innovación didáctica mediante el trabajo en equipo.
• Inclusivo: Se desarrollan tareas formativas adaptadas al grupo de docentes, al diversificar las estrategias, métodos y materiales de aprendizaje para dar respuesta a la diversidad.
• Creativo: Se manejan metodologías innovadoras y funcionales para dinamizar el proceso y lograr los objetivos formativos y se promueve en los docentes universitarios, la capacidad para elegir de manera crítica, autónoma y original, diversas respuestas a los desafíos o problemas de la práctica educativa, removiendo supuestos, rompiendo esquemas, flexibilizando posiciones y produciendo nuevas conexiones originales en su desempeño docente.
• Problematizador: Se programa sobre la base de los problemáticas, contradicciones y falencias existentes en el diseño, en la dinámica y en la evaluación del proceso de enseñanza aprendizaje en particular y de la formación profesional en general, de acuerdo con los procesos universitarios fundamentales.
• Dialógico e interactivo: Se desarrolla mediante un diálogo permanente entre los docentes universitarios y sus capacitadores, entre la teoría y la práctica, entre los postulados didácticos y la tecnología para implementarlos, entre la diversidad y la unidad de experiencias y criterios docentes y entre los nuevos enfoques tecnologías y métodos y los ya conocidos y probados.
• Carácter interdisciplinario: se expresa en la integración de múltiples disciplinas científicas necesarias para la comprensión totalizadora del proceso docente educativo, en su naturaleza dinámica y no solo conceptual. Esta visión interdisciplinaria constituye un fundamento científico insoslayable de la formación permanente en Didáctica de la Educación Superior.
• Carácter estratégico: Se estructura sobre la base de prácticas que refrendan la naturaleza trascendente de la formación permanente del ser humano en el afán de alcanzar elevados niveles de calidad educativa, en este sentido se destaca que mediante el proceso se ponen en común recursos que pueden emplearse en los diversos contextos en los que intervendrá el docente universitario, es decir, son recursos transferibles a diferentes situaciones, de ahí su naturaleza estratégica, se destacan entre ellos, la significación lógica de la información, la capacidad para codificar, organizar y articular información en el proceso formativo, el dominio de métodos generales de enseñanza universitaria, de enfoques, metodologías y recursos.
Para concretar estas ideas proponemos una Metodología para la formación permanente en Didáctica de la Educación Superior que se desarrolla en cuatro fases, las que a continuación presentamos:
En esta fase se persigue como objetivo, obtener criterios acerca de los conocimientos, habilidades, potencialidades y necesidades que posee la comunidad docente profesional de la Educación Superior, vinculadas con los contenidos teóricos-metodológicos que se van a tratar y, además, preparar las condiciones materiales para acceder al proceso de formación permanente. En esta fase se realizan como principales acciones:
Esta acción metodológica se realiza para determinar las particularidades esenciales de la formación profesional de la comunidad docente profesional de la Educación Superior y poder atender la diversidad, teniendo en cuenta elementos teóricos y metodológicos.
Dentro de los elementos teóricos, se determinan, los conocimientos específicos, esenciales que distinguen a cada tipo de necesidad educativa y en el orden metodológico se tienen en cuenta, el dominio de los programas y planes de estudio de cada grado y especialidad, las variantes de atención, según el contexto en que se presenta cada una.
En esta acción se debe tener en cuenta las exigencias didácticas para la formación del profesional, mediante la asesoría metodológica esta se llevará a cabo mediante sesiones de trabajo de la Unidad de Planificación Académica, con la finalidad de optimizar las clases como espacio fundamental del componente académico de la formación profesional, en esta precisión se debe tener en cuenta la necesidad de utilizar los avances científicos pedagógicos, técnicos, profesionales que inciden en la misma y que tienen una connotación para la instrucción docente metodológica del profesional.
Tendrá lugar la revisión de las disciplinas o asignaturas a fin de precisar los puntos de coincidencia para el planteamiento de los problemas profesionales, determinar los objetivos formativos que constituyen expresión de ese encargo social, en tanto estos establecen el estado deseado de la disciplina docente en la formación del profesional y han de reflejar las habilidades, conocimientos, intención educativa y valores necesarios para satisfacer las exigencias de esta formación.
El objetivo de esta fase es conformar la formación permanente del docente universitario ecuatoriano en Didáctica de la Educación Superior para optimizar su desempeño didáctico universitario. Se valoran los resultados del diagnóstico, para aplicar las diferentes variantes de formación. Sobre esta base se planean las acciones dirigidas a:
• La determinación de los objetivos,
• La determinación de las formas de organizativas de la formación permanente,
• La elaboración de los programas y de guías metodológicas si fuera necesario.
• Determinación de pautas para la autoformación y,
• La evaluación de cada forma organizativa de la formación teniendo en cuenta las condiciones materiales necesarias para su ejecución, las vías para el control y sus criterios de medidas.
Esta es la fase más dinámica medular, su objetivo es instrumentar las acciones de formación con la utilización de las diferentes variantes y realizar un corte o ajuste de la pertinencia de la metodología, mediante la revisión del cumplimiento de las acciones anteriores y sus resultados, con el fin de modificar alguna, si es necesario.
Ella da cuenta del carácter flexible de la metodología y en ella cristaliza de manera vivencial y experiencial el enfoque en tanto, los propios docentes universitarios reflexionan y proponen cambios en el aula y mediante indagación introspectiva propia del autodiagnóstico de las potencialidades y necesidades emprendida colectivamente con el objeto de mejorar la gestión didáctica universitaria, así como la comprensión de esas prácticas y de las situaciones en que éstas tienen lugar, para generar el cambio a partir del conocimiento de las causas de los hechos estudiados, para poder actuar sobre ellas.
Las acciones de esta fase estarán destinadas a los elementos anteriores y se comprueban mediante un registro de experiencias y uno de sistematización.
Para el desarrollo de esta fase, como en las anteriores, se parte del diagnóstico de necesidades de los docentes, en ella se promueve la participación, la reflexión crítica y el compromiso con la gestión didáctica universitaria de excelencia, constituyen, por tanto, elementos esenciales a sistematizar en la fase para apropiarse de los contenidos de la formación permanente.
La instrumentación formativa para la gestión didáctica universitaria de excelencia pretende erradicar las insuficiencias se despliega mediante la sistematización de contenidos relacionados con en el dominio de metodologías participativas de enseñanza, en la concepción e instrumentación de la evaluación del aprendizaje desde una perspectiva procesal, en el dominio de la acción tutorial, en el conocimiento de la personalidad del estudiante y de los procesos de liderazgo, trabajo en equipo y comunicación didáctica, en la utilización de las TIC como apoyo en el proceso de aprendizaje y en la tutoría, así como en el conocimiento de técnicas para la innovación didáctica y en particular de instrumentos e indicadores para la autoevaluación de su gestión didáctica.
Estos contenidos formativos que se integran acusan un marcado carácter interdisciplinar, en tanto son aspectos abordados por la Pedagogía, la Psicodidáctica y la Filosofía Educativa, se requiere también su integración con el enfoque integrativo de la formación docente universitaria.
La importancia de entender la formación del docente universitario ecuatoriano en Didáctica de la Educación Superior como un proceso educativo permanente, dirigido a la mejora profesional, sustentado en las necesidades de los docentes y en el que la participación y la reflexión sobre su gestión y desempeño resultan herramientas esenciales en el proceso de desarrollo profesional, como un proceso continuo, basado en la mejora profesional y apoyado en las necesidades prácticas de los docentes, que se desarrolla mediante la participación y que constituye un proceso de construcción profesional mediante el cual los mismos desarrollan metodologías cognitivas y metacognitivas que le permiten valorar su trabajo profesional. Proponemos tomar en cuenta las siguientes premisas metodológicas.
• Vincular la teoría y la práctica profesional.
• Ser flexibles y contextualizadas.
• Propiciar la reflexión del profesorado y el compromiso con la calidad de su desempeño en ambientes de diálogo.
• Aseguramiento de todas las condiciones humanas, técnicas y tecnológicas.
• Participación de todos los implicados.
Objetivo: Evaluar las acciones metodológicas realizadas para lograr la formación profesional del docente universitario ecuatoriano en Didáctica de la Educación Superior, independientemente de que la evaluación se sistematiza desde los primeros momentos de la metodología.
Con la metodología se somete a evaluación el proceso de formación permanente, así como la gestión didáctica y el desempeño de los docentes mediante mecanismos como la autoevaluación, la coevaluación y la heteroevaluación.
Los criterios para evaluar son los siguientes:
• Estructura lógica y organización de las acciones de la formación permanente.
• Posibilidad para configurar de manera pertinente el proceso de formación permanente del docente universitario ecuatoriano en didáctica de la educación superior.
• Articulación de las acciones de formación, resultantes de la dinámica entre la gestión didáctica universitaria y un enfoque integrativo de la formación docente universitaria
Otros mecanismos para la evaluación de la formación permanente del docente universitario son los siguientes:
La autoevaluación: es el proceso de evaluación personal que cada docente implicado formaliza del proceso de la formación permanente, es decir, cada implicado en el proceso evalúa de manera individual las aportaciones o no al proceso formativo a partir del perfeccionamiento de su gestión didáctica.
La heteroevaluación: es la evaluación exterior, expresada en la estimación que realizan otros sujetos que no estén implicados en la metodología (profesores de que no participan en el proceso por diversas razones, autoridades y otros especialistas), valorando en qué medida la metodología favorece el proceso de formación permanente del docente en Didáctica de la Educación Superior y su nivel de efectividad en la transformación del objeto.
La coevaluación: es una evaluación cooperativa, donde intervienen las partes que se articulan en el proceso formativo.
En este sentido se puede plantear que la responsabilidad compartida asume el proceso de la coevaluación, como un procesador de estímulos e influencias, para la solución de contradicciones y el replanteamiento de formas dinámicas, de nuevas acciones constructivas para la formación permanente.
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